Cómo conservar el pan fresco y crujiente durante más tiempo

Nos encanta el pan, pero no de cualquier forma. Cualquier pan es un alimento perecedero, y por tanto, habrá que intentar conservarlo de la mejor manera posible. Por eso hoy queremos explicarte cómo conservar el pan para que siga igual de fresco y crujiente durante más tiempo.

Mucha gente se pregunta cuál es el mejor lugar para guardar el pan, cómo congelar y descongelar el pan y qué hacer con el pan que nos sobra. Y es que estos aspectos, además de muchos otros, son importantes tenerlos en cuenta para que el pan se conserve en buen estado.

3 consejos para que nuestro pan esté como recién comprado o recién hecho

A continuación os contamos qué consejos puedes seguir para que el pan, ya sea comprado o hecho o por ti, se conserve en óptimas condiciones durante mucho más tiempo.

1. Guarda el pan en una panera o en una bolsa de tela

Existen muchas opciones para guardar el pan, pero no todas son igual de eficaces. Las mejores opciones para conservar el pan en perfecto estado de humedad son guardarlo en una panera o en una bolsa de tela.

Si no cuentas con ninguna de las dos y prefieres una bolsa, elige siempre una bolsa que sea de papel y se pueda cerrar,ya que las bolsas de plástico harán que el pan deje de estar crujiente en poco tiempo, además de que no es nada ecológico.

Sea donde sea que decidas guardarlo, intenta que esté siempre en un sitio caliente y seco y donde la temperatura no baje de los 20 ºC ni supere los 30 ºC.

2. Conserva el pan en el congelador

Cuando vamos a estar un tiempo sin consumir el pan, no tenemos más remedio que guardarlo en algún sitio frío para que conserve sus propiedades, y no hay nada mejor para ello que el congelador.

Las piezas grandes mantienen la textura durante más tiempo y además se evita que la miga se oxide, pero si vas a consumir el pan poco a poco y no necesitas descongelarlo entero, lo mejor es cortar el pan en rebanadas y guárdalas en un recipiente hermético. Cuando vayas a descongelar el pan, pasa el pan a la nevera y déjalo allí un par de horas. Después, déjalo a temperatura ambiente y ya estará listo para comer.

3. Calienta el pan para que parezca recién horneado

Si quieres disfrutar de un pan como recién hecho, tanto si ha sido previamente descongelado como si nunca se ha congelado, ponerlo en el horno durante cinco minutos es la mejor opción. Un buen truco es rociar el pan con un pulverizador o cubrirlo con un paño húmedo para que no pierda mucha humedad.

Otras opciones, menos recomendables por no ser tan efectivas pero que nos puede venir bien por el menor gasto energético, es tostar el pan en una tostadora, en la plancha o en la sartén. Ahora bien, asegúrate de que el pan no se queme o será peor el remedio que la enfermedad (el truco está en controlar el tiempo y calentarlo solo unos minutos).

Cuando calientes el pan con algunas de estas alternativas, también te será muy útil para reblandecerlo si es que ya estaba algo duro. Eso sí, tendrás que consumirlo inmediatamente si no quieres que vuelve a endurecerse y pierda las propiedades rápidamente.

Ahora que ya sabes un poco más sobre la conservación del pan, estamos seguros de que podrás disfrutar durante mucho más tiempo de nuestros panes artesanos.

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